Situaciones que te hacen abrir los ojos

Clara estaba tumbada en su cama, mandando mensajes a su mejor amiga, contándole como otros amigos suyos le habían demostrado que jamás podría contar con ellos.

No era la primera vez que le fallaban, ya había sucedido muchas veces antes, pero ella se decía a sí misma que tenían una razón, los excusaba.

Hasta que en un día muy importante y emocional para ella le volvieron a fallar y lo que le dijeron fue: "te lo has perdido".

Podrían haberle llamado, podrían haberle mandado un mensaje o, incluso, haberle buscado por el recinto.

Pero en su lugar prefirieron hacer algo juntos sin importar que Clara estuviese.

¿No se suponía que eran amigos? ¿Qué Clara era una más del grupo?

Aquel día Clara abrió los ojos para darse cuenta de que no era nadie para ellos. Y decidió que ellos dejarían de ser importantes para ella, ya no serían sus amigos.

Gracias a experiencias como esta Clara y muchas otras personas han aprendido una valiosa lección que te escribo hoy aquí: "Nunca excuses a otros, deja que sean ellos los que se disculpen y te expliquen el por qué. Porque si los excusas no se sentirán culpables y llegará un punto en el que se acostumbrarán a que seas alguien que se deja pisotear y traicionar".

No seas como Clara y hazte de respetar.



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